Jesús entra en
Jerusalén
Domingo de Ramos
La cultura popular lo trivializa todo. Muchas iglesias
no son inmunes a este proceso y, a su manera, también van trivializando.
Trivializan los evangelios, la misión,
la adoración, las tradiciones y las fiestas religiosas, convirtiéndolas en
meros vehículos de entretenimiento, intrascendentes y vacíos de significado. De
forma equivocada, para muchos cristianos hacer iglesia relevante ha consistido en hacer discipulado de
entretenimiento. Este Evangelio light
que se predica en algunos pulpitos es una huida de la realidad de la vida,
‘quince minutos de fama’ con Dios, ‘opio
para el pueblo’ adicto al consumismo.
El Domingo de Ramos no se ha librado de dicha
trivialización. Para muchas denominaciones protestantes que siguen el
calendario litúrgico, el Domingo de Ramos se ha convertido en una fiesta
eclesiástica que se recuerda por rutina, desnuda de su simbolismo político y
significado teológico. El domingo de Ramos se ha reducido a segmento de E noticias, red carpet de celebridades bíblicas y paparazis evangélicos. ‘Allí
llega Jesús en un burro decorado por Armani, vistiendo una túnica rustica
diseñada por Dolce & Gabana. Lo siguen el trio Las Marías que visten…’
esta versión apócrifa, mardi grass bíblico, carnaval sin máscaras, jolgorio
banal, es la disneyficacion del Domingo de Ramos, convertido en sentimentalismo,
kitsch, cliché teológico. Es la negación de lo que significa esta historia y su
raison d'être en los evangelios.
La trivialización del Domingo de Ramos ha oscurecido la importancia política, teológica, social,
cósmica, del Jesús-Mesías entrando en la capital ocupada, su Jerusalén querida,
por la cual lloró con pena y amargura (Lucas 19:41).
Para aquellos que notan al aspecto político de este
evento histórico, quizá es importante advertir que el Domingo de Ramos no es ‘baño de multitudes para el caudillo’ y
sus seguidores fanáticos gritando clichés y slogans populistas, ‘revolución socialista del siglo 21’ No
confundamos las cosas. Ese populismo barato que se hace pasar por revolución no
es revolución, pero sí un certificado de defunción de una izquierda
oportunista, fosilizada en el tiempo, estéril de ideas y carente de imaginación
política.
Si el Domingo de Ramos es fiesta y revolución, esta es
una fiesta con tambores y trompetas, banderolas y pitos, canción y gritos,
poesía y arenga. Fiesta sí, pero mucha
protesta también. El Domingo de Ramos es el día bíblico de los indignados. Que
nadie se olvide; que todo el mundo lo recuerde. ¡Que la iglesia de Jesus lo
celebre!
Este año el Domingo de Ramos tiene doble significado.
El 24 de marzo también se recuerda la muerte del santo de los indignados, el
Arzobispo Oscar Romero de El Salvador.
Vayamos por partes, y veamos por separado el
significado de estos dos eventos que recordaremos en ese día.
Jesús
entra en Jerusalén - Domingo de Ramos
Parada militar vs marcha de los indignados.
Solamente cuando ponemos en su contexto histórico la
entrada de Jesús en Jerusalén empezamos
a entender el significado de lo que ocurrió ese día y por qué los evangelios (Mateo 21:1-11;
Marcos. 11:1-11; Lucas. 19:29-44; Juan. 12:12-19) se ponen de acuerdo para
contarnos este evento.
Mientras Jesús entraba en Jerusalén por el pórtico del
Este, montado en un pollino y seguido por las masas de desposeídos y explotados
que gritaban: ‘¡Hosanna! BENDITO EL QUE
VIENE EN EL NOMBRE DEL SEÑOR’, en el otro lado de Jerusalén, en el pórtico del
Oeste, Poncio Pilato, el gobernador Romano, entraba también a la cuidad,
seguido por la caballería imperial y la cuadrilla de legionarios, desplegando
el sofisticado y todo poderoso aparato militar. El imperio y su poder militar
entran por el Oeste; Jesús y sus indignados entran por el Este. Esto no es
casualidad, esto estaba planeado. La entrada de Jesús es una contra marcha, un
acto subversivo. En ese día Jesús confronta públicamente los poderes
imperiales, el orden establecido, el establishment, la ideología imperial que
impone una narrativa que sustenta el privilegio de unos pocos y oprime a la
mayoría negándole sus derechos. Esta es la protesta radical de los
indignados. Esta es la toma de las
calles por las mayorías marginadas cansadas de sufrir por culpa del 1%. Domingo
de Ramos es el ‘¡basta ya!’ de los desposeídos e indignados de la tierra.
‘¡Basta ya!’
Arzobispo
Oscar Romero
El cantautor Rubén Blades escribió una gran canción
inspirada en la vida y martirio de este gran profeta de nuestros tiempos. ‘El Padre Antonio y su Monaguillo Andrés’
es salsa triste, lamento y júbilo, réquiem y acción de gracias por la vida de
un hombre que se puso del lado de los indignados, el ‘99%’ de la humanidad. Este
poema cantado es un homenaje al espíritu noble de un siervo de Dios que vivió
hasta las últimas consecuencias su compromiso con los pobres.
‘Al
padre lo halló la guerra un domingo de misa,
dando la comunión en mangas de camisa.
En medio del padre nuestro entró el matador
y sin confesar su culpa le disparó.
Antonio cayó, ostia en mano y sin saber por qué
Andrés se murió a su lado sin conocer a Pelé;
y entre el grito y la sorpresa, agonizando otra vez
estaba el Cristo de palo pegado a la pared.
Y nunca se supo el criminal quién fue
del Padre Antonio y su monaguillo Andrés.’
dando la comunión en mangas de camisa.
En medio del padre nuestro entró el matador
y sin confesar su culpa le disparó.
Antonio cayó, ostia en mano y sin saber por qué
Andrés se murió a su lado sin conocer a Pelé;
y entre el grito y la sorpresa, agonizando otra vez
estaba el Cristo de palo pegado a la pared.
Y nunca se supo el criminal quién fue
del Padre Antonio y su monaguillo Andrés.’
Oscar Romero es la iglesia militante, consciente de la
historia, comprometida en la transformación del mundo, que afirma la vida, la justicia y el amor
como valores no negociables en una sociedad civilizada. En sus palabras
encontramos fuerzas: ‘No nos cansemos de
predicar el amor; esta es la fuerza que
transformará al mundo’.
En esta fiesta de Domingo de Ramos recordamos la
marcha de los indignados encabezada por Jesús, y también recordamos la memoria
de Oscar Romero santo patrono y mártir de los indignados. No trivializamos este día, sino que restauramos
su profundo significado en la vida de nuestra comunidad.