Last Sunday we celebrated Pentecost Day in our community. I reflected with my congregation that quite often we tend to spiritualize the meaning of Pentecost, ignoring the political and social implications of this amazing event that marked the beginnings of the Christian Church.
In the biblical account of the Book of Acts 2:1-22, the Apostle Peter explained to the crowds that the dramatic experience of Pentecost is in fact the fulfilment of an ancient prophesy from the book of Joel. Quote (from the King James Bible):
“And it shall come to pass afterward, that I will pour out my spirit upon all flesh; and your sons and your daughters shall prophesy, your old men shall dream dreams, your young men shall see visions: And also upon the servants and upon the handmaids in those days will I pour out my spirit.”
[Joel 2:28-29]
Pentecost is the empowering of people by the Spirit of God. It is not the empowering of institutions, but people: men and women, young and old. On Pentecost, God makes a choice regarding who are the recipients of this blessing. The King James Bible translation does not obscure the social identity of these people, quite the contrary; it is explicit and clear in saying: ‘servants’ and ‘handmaids’. The whole point of Pentecost was that God was empowering the people at the bottom of the social pyramid, the marginalised, the poor, people on the fringes of society. The servants and handmaids of the world have a very special role in the unfolding mystery of God’s purposes in the church and the world.
But, who are the servants and handmaids of today?
I think this is something we could all think about.
In my own context, they are perhaps the immigrants, the undocumented, doing the jobs no one else wants to do: working in the kitchens, restaurants or take-aways on the high street. They are cleaning our homes or office buildings, labouring the fields, working on building sites, or picking cockles from the seashore. Maybe they’re looking after our children, or working for pimps. No matter, they are amongst us, though the feeling is we do not always want to see them or recognise them. They are the invisible people.
I asked my congregation, many of whom are immigrants, how many speak another language apart from English. Many showed their hands. I invited them to say, ‘God loves you’ in their own native language or dialect. People responded immediately. They stood up, one by one and in loud voice they said, ‘God loves you’ in their own tongue. To this, I replied: ‘God loves you, too’. Somebody in a beautiful South American accent stole my line and said, ‘Dios les ama’. The last person to speak was a little girl, who standing on the chair, facing the congregation, whispered, ‘God loves you’ in her own African dialect.
As they reminded us in so many different languages that God love us, Pentecost become more of a reality for us. In that beautiful moment, on that day, in that place, symbolically the invisible become visible. They found their own voice and we heard God speaking through them. On that day we experienced a truly Pentecost day! We spoke in tongues: The prophecy of Joel was again fulfilled.
To reflect
You and your community address this question:
Who are the servants and handmaids in your society?
Actions
Sixty per cent of people in the State of Arizona are supporting a new controversial immigration law, including a lot of Christians and churches.
How are Christians able to support something that goes against the vision of Pentecost?
For more information about this struggle, please visit the website of The National Coalition of Latino Clergy and Christian Leaders [http://www.conlamic.org/]
Hablamos en lenguas en el día de Pentecostés
El domingo pasado celebramos el día de Pentecostés en nuestra iglesia. Reflexioné con mi congregación que a menudo tenemos la tendencia de espiritualizar el significado de Pentecostés, haciendo caso omiso de las implicaciones políticas y sociales de este evento que marcó el principio de la Iglesia cristiana.
En el relato bíblico del libro de los Hechos 2:1-22, el apóstol Pedro explicó a la multitud que la dramática experiencia de Pentecostés fue el cumplimiento de una antigua profecía del libro de Joel. En la versión Reyna –Valera 1960 se lee:
“Y después de esto derramaré mi Espíritu sobre toda carne, y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas; vuestros ancianos soñarán sueños, y vuestros jóvenes verán visiones. Y también sobre los siervos y sobre las siervas derramaré mi Espíritu en aquellos días.”
Joel 2:28-29
En la versión King James en ingles, siervos y siervas es traducido servants and handmaids
Esta versión clarifica el grupo social de los recipientes del Espíritu de Dios. Una mejor traducción hubiera sido sirvientas y sirvientes.
Joel 2:28-29
En la versión King James en ingles, siervos y siervas es traducido servants and handmaids
Esta versión clarifica el grupo social de los recipientes del Espíritu de Dios. Una mejor traducción hubiera sido sirvientas y sirvientes.
Pentecostés es el momento en cual Dios dispensa su Espíritu sobre sus elegidos. Dios no dispensa su Espíritu en instituciones, pero en personas: hombres y mujeres, jóvenes y ancianos. En Pentecostés, Dios nos hace conocer su opción por quienes serán los recipientes de esta bendición. La Biblia no oculta la identidad social de estas personas, pero todo lo contrario, lo indica en forma explicita y clara, al declarar: Sirvientes y sirvientas.
El tremendo significado de Pentecostés es que en ese día Dios derrama su Espíritu, su voz profetica en las personas en la base de la pirámide social, los últimos de la fila, los discriminados, los pobres, las personas al margen de la sociedad. Los sirvientes y sirvientas del mundo según Pentecostes, tienen un papel muy especial en la forma misteriosa como Dios avanza sus propósitos en la iglesia y el mundo.
¿Quiénes son los sirvientes y sirvientas de hoy?
Creo que esto es algo que merece una reflexión seria por parte de todos.
En mi propio contexto, quizá ellos podrían ser los inmigrantes, los indocumentados, aquellos que están haciendo los trabajos que nadie quiere hacer. Ellos son los que trabajan en las cocinas de los restaurantes o cualquier take-away. Ellos están limpiando nuestros hogares o las oficinas, ellos están trabajando en los campos de cultivo, cosechando verduras y frutas, ellos están en las obras de construcción, o recogiendo berberechos en las playas. Tal vez ellos están cuidando a nuestros hijos, o trabajando para algún chulo cualquiera. No importa donde están o que hacen, ellos están entre nosotros, aunque no queramos verlos o reconocerlos. Ellos son los invisibles de nuestra sociedad.
Le pregunte a mi congregación, muchos de los cuales son inmigrantes, ¿cuántos hablan otro idioma aparte del Inglés. Muchos mostraron sus manos. Les invite a que digan en su propia lengua o dialecto: "Dios te ama". La gente respondió de inmediato. Se pusieron de pie, uno a uno y en voz alta dijeron: 'Dios te ama’ a lo cual yo les respondí: 'Dios te ama también ". Alguien en un hermoso acento sudamericano me robo mi parte y dijo: 'Dios les ama’. La última persona en hablar fue una niña, que parándose en la silla para que todos la vieran y mirando a la congregación, susurró: "Dios les ama" en su propio dialecto africano.
Dios nos recordó en este día que él nos ama en más de una lengua. En este día, Pentecostés se convirtió en más de una realidad para todos nosotros. En este momento único y maravilloso, en este día, en este lugar, simbólicamente los invisibles de nuestra sociedad se hicieron visibles. En este día ellos encontraron una vez más su propia voz y así oímos a Dios hablar a través de ellos. ¡En este día, tuvimos un verdadero Pentecostés! Hablamos en lenguas: La profecía de Joel se cumplió una vez más.
Para Reflexionar
reflexiona con tu comunidad la siguiente quistión.
¿Quiénes son simbólica y literalmente los sirvientes y sirvientas en tu sociedad?
Acciones
El sesenta por ciento de las personas que viven en el Estado de Arizona en USA han apoyado la nueva ley de inmigración la cual es bastante controversial. Sin duda alguna entre esos sesenta por ciento hubo muchos cristianos e iglesias que apoyaron esta ley.
Para obtener más información acerca de esta lucha, por favor visite la página web de la Coalición Nacional Latina de Ministros y Líderes Cristianos [http://www.conlamic.org/]
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